Todos en este sector estábamos esperando desde hace meses, que alguno de los organismos internacionales de la competencia, pusieran el foco en el gran problema que suponen las prácticas, por lo menos, poco éticas, de las navieras.
Los transitarios llevamos mucho tiempo aguantando, mucho más de lo aceptable, para tratar de seguir prestando servicio a nuestros clientes, hace tiempo que tuvimos que aceptar al pulpo como animal de compañía y ahora debemos decir que además es simpático. Y nosotros aguantamos, esto y lo que toque, ya estamos acostumbrados, pero tenemos que denunciar la situación y hacerla pública, porque realmente el problema no es nuestro, nosotros somos solo intermediarios, el problema es global, el 90% de todo lo que se compra, usa el transporte marítimo y todo ello se va a ver fuertemente encarecido por este problema.
Y es que no estamos hablando “solo” de los desmesurados y abusivos incrementos en los costes de más del 600 % en menos de un año, estamos hablando del despotismo generalizado con que tratan a los cargadores y en su nombre a nosotros, los transitarios. Hace meses que muchas navieras abusan de su poder, abusan de los “roll over” ( paso de un buque al siguiente por interés de la naviera ), retrasan las fechas de salida, realizan transbordos no previstos, etc … es un suma y sigue.
Los transitarios tenemos el deber de ser molestos y denunciar lo que es un abuso sin paliativos, que está amenazando la recuperación de la economía, y todo ello por una avaricia, sin límites de las navieras y la desidia de las autoridades mundiales competentes, que deben velar por las buenas prácticas en el comercio.
Esta situación se inició por el colapso generado por la pandemia y sigue ahí complicándolo todo, con el gobierno chino cerrando en las ultimas semanas puertos como Yantian o Ningbo y aeropuertos como Shanghai, por ¿un solo? caso de Covid, pero, creo firmemente que el actual nivel de fletes y la extrema falta de equipos se debe en su mayor parte, a la avaricia desmesurada de las navieras, que han visto un filón en sacar la máxima tajada a su tamaño (que es permitido por las autoridades competentes, de forma inexplicable). Actualmente 10 navieras, agrupadas además en solo tres «joint ventures» (servicios/buques), que han conseguido acaparar casi el 90% del tráfico mundial.
La fórmula que emplean es sencilla, ese descomunal tamaño de los pocos buques que operan, les permite alterar/falsear la ley que debía regular el mercado, la «Ley de la demanda y la oferta». Su gran tamaño les permite ajustar la oferta a la demanda, retirando/suprimiendo buques, las semanas que afloja la demanda, ( aplicando «Blank Sailings» a la carta ), con esa fórmula, consiguen que siempre haya una demanda extrema de los pocos espacios que dejan operativos, lo que «justifica» una pelea encarnizada por esos espacios disponibles y una subida de fletes, es un plan perfecto y las subidas no parecen tener límites.
Los grandes perdedores de este plan, son, como siempre, los usuarios/cargadores, que están pagando unos fletes históricamente altos y que además están recibiendo un servicio pésimo e inaceptable, que pone en riesgo muchos negocios.
PERO, este panorama tan sombrío, parece que, tarde, pero puede estar empezando a cambiar …
Ayer nos enteramos que la firma de muebles «IKEA» ha comprado sus propios containers y va a fletar buques, para evitar estos problemas de suministro.
Hoy ha sido publicada la noticia que la tercera naviera del mundo, la francesa «CMA-CGM», ha anunciado que no va a permitir la subasta de sus espacios, hasta febrero del año que viene, lo que pretende parar la escalada de fletes, no se si será una medida efectiva si no se suman el resto de navieras, pero algo es algo ..
Hoy el “Consejo Mundial del Transporte Marítimo” está estudiando aplicar una “Ley de Reforma” de esta modalidad de transporte, que debiera volver a atomizar el sector, para que volviera la necesaria competencia en el sector.
En fin, veremos que sucede en los próximos días.